Lo primero que se viene a la mente al pensar en la motivación de los vendedores es el dinero, por supuesto. Pero un buen vendedor tiene motivaciones que van más allá de la parte financiera. Muchas personas piensan que a los vendedores solo les interesan las cifras en efectivo, pero esto pasa a segundo plano si no se siente cómodo en su entorno.

El dinero es siempre una parte importante en la vida de cualquier empleado, de igual forma lo es para un vendedor. Sin embargo, una parte importante de la motivación responde a otros factores. ¿Cuáles son entonces las motivaciones de un vendedor altamente eficiente?

¿Qué motiva a un vendedor?

Podemos señalar 4 puntos importantes para que un vendedor cumpla con su trabajo de forma efectiva:

El ambiente de trabajo. En un ambiente pesado, donde hay poca comunicación, es muy difícil que los vendedores mantengan una actitud positiva, orientada al logro. La buena energía proviene de ambientes laborales sanos, en los cuales se les ofrece apoyo y reconocimiento a los empleados.

Equipo de trabajo. Cuando un vendedor trabaja con un equipo en el que puede conseguir cooperación, dinamismo, equidad y responsabilidad, esto se reflejará en sus logros. El equipo de ventas ideal comparte el liderazgo y entiende que el éxito depende de la unidad del grupo.

Herramientas de trabajo: Contar con las herramientas de trabajo necesarias permitirán un mejor desempeño en las ventas y hará que para el vendedor su trabajo sea más fácil y práctico. Existen puntos positivos en cuanto a tiempo, comodidad y efectividad cuando se aplican y usan las herramientas adecuadas.

Crecimiento y desarrollo dentro de la empresa. No hay mayor motivación para un vendedor que sentir que va creciendo conjuntamente con la empresa. Su desarrollo va a ser parte del crecimiento de la organización que representa y su satisfacción será cumplir con las expectativas a medida que va desarrollándose.

Una de las técnicas que ayuda a un vendedor a crecer conjuntamente con la empresa son los entrenamientos. La capacitación del vendedor lo ayudan a seguir formándose y desarrollándose. Esto mantendrá una mejor relación con su trabajo, que va más allá del dinero, tiene que ver con su crecimiento personal.

Las habilidades del vendedor se van desarrollando a través del trabajo constante, su capacitación periódica y mediante su propia autoevaluación. La ambición de un vendedor no siempre es económica, también es profesional y personal.